Anoche cerré los ojos, tratando de dormir. De repente, recuerdos de las chocolaterías del barrio medieval de Barcelona. Mi infancia siempre tuvo ese color amarillento de las fotos de los 1950s pero el sabor dulce de chocolate con churros. La escena se trasladó entonces a mis amigos de la ciudad, a las cenas que organizábamos para descubrir nuevos restaurantes (y sabores) y hablar de cine, política, música y sexo. Hacía tiempo que no pensaba en ellos y, de pronto, todo fue nostalgia.
Afuera se había instalado un nido en mi ventana, entre el ramaje. Las crías tenían apetito de medianoche, hasta que su madre les trajo algún insecto. Su vida era sencilla, prometedora, como la mía paseando por esas calles llenas de chocolaterías, dejando un hilo de baba mientras mi madre me arrastraba de la mano hacia la siguiente zapatería. "A ver si encontramos algo más económico, hijo". No había ninguna preocupación. Ella se encargaría de todo. Yo sólo tenía que concentrarme en recordar el olor del chocolate denso, recién hecho. Mmmmmmh....
Afuera se había instalado un nido en mi ventana, entre el ramaje. Las crías tenían apetito de medianoche, hasta que su madre les trajo algún insecto. Su vida era sencilla, prometedora, como la mía paseando por esas calles llenas de chocolaterías, dejando un hilo de baba mientras mi madre me arrastraba de la mano hacia la siguiente zapatería. "A ver si encontramos algo más económico, hijo". No había ninguna preocupación. Ella se encargaría de todo. Yo sólo tenía que concentrarme en recordar el olor del chocolate denso, recién hecho. Mmmmmmh....
Labels: nostalgia, Querido Diario
Yo quiero ser como Antonia Ruiz
Hacía mucho tiempo que no pasaba por tu blog. Hace años te pregunté, a bocajarro, lo que pensabas hacer con tu vida. Has hecho ya muchas cosas y te encuentro de vuelta de muchos sitios. Y también con síntomas de nostalgia barcelonesa. Pero uno nunca sabe cuando debe volver. Se arriesga y decide. Y supongo que de vez en cuando duda de si su decisión fue acertada. Suerte.
Dicen los que saben que la nariz es el principal motor de la memoria... mas aun si se trata de chocolate... un gran saludo desde Mexico