My HeyDay

Los americanos son gente rara. Esta tarde, después de cenar, a eso de las 7.30pm, mi supervisora había organizado un 'get-together' para todos los estudiantes e investigadores que se dedican a temas latinoamericanos. Sí, la gente aquí cena muy pronto. Demasiado.

Total, que fuimos Roger y yo. Él con una botella de vino y yo con un estupendo superplato compuesto de rebanadas de pà de pagés, tostado, con su correspondiente tomate 'refregao', aceite de oliva (de Jaén) y sal, y su loncha jugosita de jamón serrano encima, cubriendolo todo, sin escasez, y un trocito de manchego en cada ración, para acompañar.

Pues bien, la primera pregunta es, ¿de dónde ha sacado este esos productos, algunos prohibidos aquí? Ay, amigos, el estraperlo, ese bello arte sobre el que se fundaron las riquezas de mi ex-sponsor, la fundación Juan March. A todos los que me visitaron en las últimas semanas les pedí que, como detalle de educación, me trajeran algún producto imposible de conseguir en los States. Y ete aquí que he rehecho mi alacena con productos madeinspain.

De todas formas, excepto al propio Roger y al hijo de mi supervisora, un adolescente que ya apunta maneras e inteligencia (repitió 3 veces el jamón), los demás no se dieron aludidos por mi acto de generosidad suprema. Si supieran que aquí la libra (400gr) de jamón está a 35 dólares, anda que no habrían rapiñado la mesa. En fin, pobres mortales.

La cosa es que los 'socials' (que es como llaman a estas reuniones de gente que se conoce más o menos del trabajo, pero que se supone que vienen para conocerse en otras facetas) son algo muy extendido en EEUU. En ellos en teoría no se debería hablar de trabajo, pero se hace mucho, y especialmente es una manera de venderte y darte a conocer porque, el otro, un día, puede acabar contratándote. Es importante hacerte notar. Que existes. Que tienes unos intereses y especialidades. Que tal vez pasado mañana, el networking funcionará a tu favor.

Para nosotros, católicos irredentos, esto suena muy mal. "Qué interesados". Sin embargo, aquí es lo más normal, como comer en clase o traerte el portátil a una conferencia y preguntar al conferenciante mientras tú sigues mirando tu portátil. Así de sencillo. Sin inmutarte. Qué más te da...

Algo similar sucede con qué les hace felices. Esto merecería un capítulo aparte, pero es bien curioso cuando muchos te dicen:

- "hey, hoy me siento feliz, ha sido un gran día".
- "Y eso?"
- "Ha sido un día muy productivo. He trabajado mucho"

Y tú te quedas con cara de pingüino (emperador o no), preguntándote qué narices has debido sufrir en la infancia para que haberte roto la espalda trabajando un día te haga feliz. Pero oye, cuando Max Weber hablaba de la ética protestante del trabajo, no estaba mal encaminado. Especialmente aquí en Nueva Inglaterra.

En fin, que esta gente es muy rara. Pero se deja conocer, en general. Y son muy majos y agradables. En cuanto les pille mejor el puntillo, los voy a disfrutar de lo lindo, pienso.

Labels: Yale