Niños, sólo son las siete, pero me he despertado huyendo de una pesadilla. Resulta que me tentaban a mudarme a un nuevo apartamento, en un lujoso edificio en el downtown de New Haven. Sin embargo, descubro mientras lo visito que el sitio es un caos en cuanto a ascensores, y debes tomar como 3 antes de llegar a tu planta. Y es como la hora punta del metro...
Así que alguien decide poner tarifas por el uso del ascensor (13 dólares, viva el capitalismo y su forma de acabar con las colas).
A todo esto hay una revuelta vecinal. Se congregan todos, y empiezan a gritar en su apoyo, y sin venir a cuento: "Bush! Bush! Bush! Bush! Bush!".
Y en eso he conseguido despertarme. Sólo han sido seis horas de dormir. Pero no quiero volver ahí.
(Afortunadamente estoy en Connecticut y aquí, esas cosas, no pasarían nunca)
Así que alguien decide poner tarifas por el uso del ascensor (13 dólares, viva el capitalismo y su forma de acabar con las colas).
A todo esto hay una revuelta vecinal. Se congregan todos, y empiezan a gritar en su apoyo, y sin venir a cuento: "Bush! Bush! Bush! Bush! Bush!".
Y en eso he conseguido despertarme. Sólo han sido seis horas de dormir. Pero no quiero volver ahí.
(Afortunadamente estoy en Connecticut y aquí, esas cosas, no pasarían nunca)
Labels: Querido Diario
Ojo al tipo de pesadillas que tenemos los politólogos... :)
si es muy freudiana esa pesadilla y no será que no te sientes cómodo en tu perfil de liberal? no será que tu obsesiva necesidad por destacar y rodeados de la izquierda civilizada americana te sientes demasiado homogéneo?? no será que ahora quieres ser neocon para dar la nota??
Puede ser...
No sé, cuando ya me he calmado, he abierto la prensa, y he leido acerca del caso foley, del informe de la CIA, de que Rice sabía del 11S y de cómo esto está hundiendo a los republicanos en las encuestas, me he compadecido de los pobres vecinos fanáticos.
Van a perder referentes pronto en el senado.