De: Alejandro Guerrero
Para: Raúl, Albert
Fecha: 12 de Marzo de 2004
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Que antigua se queda esta línea de emails cuando hemos vivido el horror de ayer... Que delicado es todo, no?
Hoy al volver a coger esa linea que venía de Sta Eugenia, al pasar por el anden hasta la cabecera, todo el mundo en silencio, huyendo encontrarse en miradas, ... o al abrirse las puertas del Cercanías, y mostrárseme el interior bajo la luz de los fluorescentes... funerario... silencioso... de tomar asiento e ir con cabeza gacha... y con el rabillo del ojo puesto en la mochila de aquel chico, o la bolsa deportiva de aquel hombre (todas cargadas de libros o mudas de trabajo para la obra).
Se notaba en las caras, al llegar 6 minutos después a la estación siguiente, que los que allí bajábamos teníamos ganas locas de que aquel momento eterno que tardaba en abrirse las puertas del tren terminase. Y escapar de él lejos, bien lejos y rápido. Todo el mundo esquivaba coger el "20 minutos", e incluso la chica, empapada por la lluvia fina que parecía llorar del cielo, de espaldas a la gente que pasaba, ni se molestaba en hacer esfuerzos por colocártelo.
Allá se alejaba ese cercanías, melancólico y con un crespón negro en su cabecera..... El horror...
Un abrazo muy fuerte.
Para: Raúl, Albert
Fecha: 12 de Marzo de 2004
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Que antigua se queda esta línea de emails cuando hemos vivido el horror de ayer... Que delicado es todo, no?
Hoy al volver a coger esa linea que venía de Sta Eugenia, al pasar por el anden hasta la cabecera, todo el mundo en silencio, huyendo encontrarse en miradas, ... o al abrirse las puertas del Cercanías, y mostrárseme el interior bajo la luz de los fluorescentes... funerario... silencioso... de tomar asiento e ir con cabeza gacha... y con el rabillo del ojo puesto en la mochila de aquel chico, o la bolsa deportiva de aquel hombre (todas cargadas de libros o mudas de trabajo para la obra).
Se notaba en las caras, al llegar 6 minutos después a la estación siguiente, que los que allí bajábamos teníamos ganas locas de que aquel momento eterno que tardaba en abrirse las puertas del tren terminase. Y escapar de él lejos, bien lejos y rápido. Todo el mundo esquivaba coger el "20 minutos", e incluso la chica, empapada por la lluvia fina que parecía llorar del cielo, de espaldas a la gente que pasaba, ni se molestaba en hacer esfuerzos por colocártelo.
Allá se alejaba ese cercanías, melancólico y con un crespón negro en su cabecera..... El horror...
Un abrazo muy fuerte.
Labels: españa, historias, Querido Diario
¿El Tren de Nueva York, por favor?
2 Comments Posted by Alex Guerrero on Friday, December 08, 2006 at 2:59 AM.


El tren de New Haven corre en medio de la noche por la costa, camino de la gran ciudad. Esa que engulle individuos y los transforma en seres intercomunicados, sociales, activos. Todo se vuelve anónimo y abierto en la gran urbe. No hay tiempo para soñar, sólo para ser. Por eso los soñadores entran en una letargia donde se conforman con la música de baco y discutir en la noche sobre los significados de la vida. Hasta que la música deja de sonar y despiertan en una pesadilla de la que escaparan con un poco de sano surrealismo. Las sombras sonríen, vacías, y guiñan a desconocidos. Looking for love. Los iones positivos atraen y son atraídos por los negativos, pero la reacción después del primer contacto, que es espectacular y bonito, puede ser inespeada. En todo caso, atómica.
No sé donde quedan los soñadores perdidos en la gran ciudad oscura de la era post-nuclear. Pero el tren sigue rugiendo camino de un New York y es sábado noche.
Desvarío tecleado en un Nokia (28/10/06)